lunes, 14 de junio de 2010

NEOCLÁSICO

Al poco tiempo llego la revolución industrial que modificó profundamente el ritmo de vida, influyó en adelantos técnico constructivos, empleo de nuevos materiales. Con ello el periodo Neoclásico (Siglo XVIII), que es una reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX, confluyendo a partir de entonces con otras tendencias, como la arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico.

Factores fundamentales que influyeron en la creación de la arquitectura neoclásica fueron los determinantes en el contexto político, social y económico de la época, en que se incluyen destacadamente la revolución industrial, la crisis del Antiguo Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de las Academias, el despotismo ilustrado, etc. Arquitectos destacados: Manuel Tolsá y Francisco Eduardo Tresguerras.
El ángel de la independencia es otro monumento neoclásico. Fue propuesto por el Presidente de México Porfirio Díaz, para conmemorar el primer centenario de vida independiente del país. En realidad no es un ángel sino, según algunos la representación de Niké, la diosa griega alada de la victoria, y según otros, no es esta diosa, sino simplemente la representación alegórica de la victoria alada. La figura del “ángel” es de bronce con recubrimiento de oro, mide 6.7 metros de altura y pesa 7 toneladas. Fue inaugurado por Porfirio Díaz el 16 de septiembre de 1910, con motivo del Centenario de la Independencia de México.
En la pintura neoclásica abundan dos tendencias; la decoración de grandes espacios y un excesivo realismo. El problema principal que se planteaba a los pintores neoclásicos, a diferencia de lo que ocurría con los arquitectos o escultores de este estilo, era la escasez de las pinturas clásicas. Se tomaron modelos de la antigüedad adaptándolos a las necesidades de renovación política, social, ética y cultural de la época. En consonancia con el racionalismo del momento, el predominio del dibujo es patente, mientras que la importancia del color queda relegada. De algunas obras pictóricas neoclásicas se ha llegado a decir que son pinturas «monocromas». A ello también contribuye la escasez de pintura clásica. El resultado es que las obras resultan, además de sobrias, algo frías.

Pelegrín Clavé.









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